Caso de éxito: Leishmania
Lika es una perrita de un año y medio de edad recogida de pequeña de una protectora. Su historia refleja la importancia de la atención veterinaria y la detección temprana de enfermedades como la Leishmania.
Primeros síntomas: tos y heces blandas
A los pocos días de tenerla en casa, Lika comenzó a tener algunos problemas de tos y a presentar heces blandas muchas veces al día. Estos problemas de salud comenzaron a preocupar a sus cuidadores y acudieron a nuestra clínica con Lika.
Comenzamos realizando la desparasitación correspondiente e iniciamos tratamiento para la tos, pero no hubo mejora inmediata y tras varias semanas, ninguno de los dos problemas llegaba a resolverse.
Nódulos cutáneos, ¿lesión compatible con leishmania?
Después de un mes el tratamiento resolvió las heces blandas. Mientras todavía seguía con el tratamiento contra la tos, Lika presentó dos nódulos cutáneos enrojecidos en la cara interna de la pierna, dos más en el labio superior y otro en el abdomen, cerca del ombligo.
A pesar de que Lika siempre presentaba un buen estado de ánimo, jugando y comiendo mucho, la presencia de estos bultos suponía un nuevo foco de atención sobre el estado de salud de Lika.
Al cabo de 6 meses y al no remitir los nódulos, realizamos una biopsia. Aunque los resultados no fueron diagnósticos, el tipo de lesión era compatible con infección por leishmania. Procedimos a hacer una analítica de sangre con titulación de anticuerpos para esta enfermedad.
Los resultados confirmaron el diagnóstico presuntivo de Leishmania y Lika comenzó con la medicación correspondiente para tratar la leishmaniosis.
Leishmania: detección y prevención.
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria transmitida por un flebotomo – una especie de mosquito– que se presenta con mayor frecuencia en los climas cálidos. En España la época de mayor presentación es entre los meses de mayo y septiembre.
Para evitar el contagio, existen vacunas que pueden reducir significativamente el riesgo de infección. Se recomienda combinarlas con collares repelentes o pipetas insecticidas y mantener al perro dentro de casa durante las horas pico de actividad del flebotomo (al atardecer y la noche).
La leishmaniasis es una enfermedad crónica, por lo que la detección temprana – como ocurrió en el caso de Lika-, es fundamental para ofrecer a los perros una vida saludable.
Es importante saber también que la leishmaniasis es una enfermedad zoonótica, es decir que se puede transmitir de los animales infectados a las personas, especialmente a aquellas inmunodeprimidas. La enfermdad no se transmite directamente de los perros a los humanos ni entre humanos. La vía de transmisión es a través de los flebótomos. Estos mosquitos, al picar a un perro infectado, ingieren los parásitos que posteriormente transmiten al picar a otra persona o animal. Por eso, la prevención es la clave, especialmente en áreas endémicas.

Aunque la leishmaniasis es una enfermedad crónica sin cura definitiva, el manejo médico correcto y los cuidados preventivos, ha permitido a Lika superar los momentos difíciles y recuperar su energía y alegría.
Su historia es un ejemplo de cómo, con atención veterinaria constante, los cuidados y atención constante de unos cuidadores responsables, un animal diagnosticado con una condición crónica puede seguir viviendo una vida plena y de calidad.
¡Gracias familia por confiar en el equipo de Clot Veterinària la salud de Lika!